Los masajes son una experiencia maravillosa tanto para la madre como para el hijo, este contacto piel a piel resulta muy agradable para ambos y también muy beneficioso emocional y físicamente. A los 4 meses de edad será el momento ideal para iniciarlos.
Transmites amor, confianza, seguridad y bienestar al bebé.
Benefician los vínculos afectivos.
Ayudan a reducir los niveles de estrés reduciendo el cortisol que es la hormona del estrés e incrementando las endorfinas, relajando al bebé y propiciando un sueño profundo.
Mejoran el funcionamiento del sistema respiratorio
Mejoran el funcionamiento del sistema digestivo, aliviando molestias estomacales al favorecer la evacuación de gases.
Mejoran el funcionamiento del sistema circulatorio estimulando el desarrollo muscular del bebé.
Relajan los músculos de las extremidades favoreciendo la movilidad y la tonicidad muscular.
Activación de las glándulas sebáceas mejorando la calidad de la piel.
Bebés de cuatro meses de edad logran mayor concentración luego de un masaje.
Los masajes fomentan el conocimiento de su cuerpo.
Bebés prematuros suben rápidamente de peso y duermen mejor.
Los masajes deben realizarse en un ambiente agradable y relajado, de preferencia privado para que no tengan interrupciones, la temperatura de ambiente debe estar a 24°C aproximadamente, siendo un momento ideal luego del baño o cuando el bebé no esté con hambre o muy lleno, necesitará de 10 minutos, aceite para bebés y una rutina de masajes.
De preferencia debes tener las uñas recortadas para evitar arañar al bebé por accidente.
Sácate los accesorios que tengas en las manos y brazos (reloj, pulseras o anillos).
Colocar al bebé en su cambiador, tu cama o el suelo, siempre sobre una toalla o una colchita suave para que esté más cómodo.
El bebé podrá estar totalmente desnudo o con su pañal, si estuviera desnudo colócale una toallita sobre el área del pañal porque los masajes inducirán a que el bebé orine.
Frota tus manos para que se calienten antes de iniciar el masaje.
Acompañar los masajes con música suave a volumen moderado para ayudarlo a relajarse.
Coloca aceite de bebé en tus manos y luego inicia el masaje, no viertas el aceite directamente sobre la piel del bebé.
La mayoría de rutinas de masajes se inician de la cabeza a los pies.
Mientras le estés dando el masaje debes hablarle y sonreírle mucho.
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